El gobernador de Florida descarta construir por ahora otro “Alligator Alcatraz”Ericks Webs DesignEricks Webs Design

El gobernador de Florida, Ron DeSantis, aseguró este miércoles que, por el momento, su Gobierno no construirá un segundo centro de detención para inmigrantes hasta que “Alligator Alcatraz”, la polémica instalación ubicada en lo profundo de los Everglades, alcance su capacidad máxima.

“Una vez que haya demanda, entonces podríamos considerar Camp Blanding, pero lo que no quiero hacer es establecer Blanding si uno está al 60% de capacidad y el otro al 40%”, dijo DeSantis durante una conferencia de prensa en Tampa, Florida.

Hace unas semanas, el republicano dijo que estaba considerando abrir una instalación en Camp Blanding, un centro de entrenamiento de la Guardia Nacional a unos 48 kilómetros al suroeste de Jacksonville, en el noreste de Florida.

Este se sumaría a la polémica instalación ubicada en una abandonada pista de aterrizaje en los Everglades apodada por las autoridades estatales como “Alligator Alcatraz”.

Sin embargo, DeSantis descartó este miércoles tener dos centros funcionando a la mitad de su capacidad y dijo que prefería “canalizar a todos hacia Alligator”.

La instalación, tal como está construida actualmente, “tiene una capacidad para detener hasta 3.000 personas, con espacio para ampliarse”, dijo previamente Kevin Guthrie, director ejecutivo de la División de Manejo de Emergencias de Florida.

Sin embargo, un funcionario del Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés) dijo a CNN a principios de junio que se espera que la instalación pueda albergar hasta 5.000 camas, una cifra similar a la que ya había mencionado anteriormente la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt.

“Aún no hemos recibido esa cantidad de inmigrantes ilegales ahí, pero ha crecido bastante rápido”, dijo el gobernador de Florida.

DeSantis se refirió a la posibilidad de que otros estados repliquen el modelo de “Alligator Alcatraz” y destacó la rapidez con la que el complejo fue puesto en funcionamiento.

En cuestión de días, los trabajadores transformaron el aeropuerto Dade-Collier Training and Transition —la pista de aterrizaje de 3.353 metros— en una ciudad temporal de carpas.

“Creo que Florida realmente ha marcado la pauta, no solo en cuanto a ejecutar misiones, sino en hacerlo con rapidez y de formas que desafían las expectativas sobre lo que el gobierno puede lograr”, dijo DeSantis

El gobernador de Florida defendió el controvertido centro de detención que ha sido cuestionado por defensores de los derechos de los inmigrantes, quienes han acusado a DeSantis de construir una instalación “diseñada para infligir sufrimiento”.

“Hemos pasado por esto antes con el sheriff Joe Arpaio en el condado de Maricopa, en Arizona, donde tenía una ciudad de carpas”, dijo Thomas Kennedy, analista de políticas de la Coalición de Inmigrantes de Florida.

“El hecho de que vayamos a tener a 3.000 personas detenidas en carpas, en los Everglades, en medio del caluroso verano de Florida, durante la temporada de huracanes, es una mala idea por donde se la mire, que debe ser rechazada y detenida”.

“Esto no es el Ritz-Carlton, ¿de acuerdo?”, dijo DeSantis y aseguró que cumple con los “estándares mínimos”.

“No estamos haciendo esto solo para que la gente tenga comida y refugio, aunque sí lo reciben, pero eso no es todo; se cumplen los estándares mínimos”, agregó.

Miembros del Congreso y representantes estatales demócratas consideraron “inhumana” la instalación después de que realizaron una visita limitada para inspeccionar el lugar hace unos días.

Afirmaron haber escuchado a los detenidos gritar pidiendo ayuda y clamando “libertad” en medio de un calor sofocante, infestaciones de insectos y comidas escasas.

“Básicamente están hacinados en jaulas, pared con pared de personas, 32 detenidos por jaula”, dijo la representante Debbie Wasserman Schultz, quien representa el Distrito 25 de Florida, durante una conferencia de prensa tras la visita.

Las familias de algunos detenidos también han denunciado las condiciones en la instalación, mientras que funcionarios de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) la defienden como un lugar con estándares de detención más altos que muchas prisiones estadounidenses.

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