Israel enfrenta una encrucijada mientras Netanyahu se prepara para reunirse con TrumpEricks Webs DesignEricks Webs Design

Mientras el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, se prepara para su tercera visita a la Casa Blanca este año, su anfitrión ha dejado claras sus expectativas. El presidente de EE.UU., Donald Trump, quien ha expresado con frecuencia su deseo de lograr un cese del fuego en Gaza, dijo el martes: “Esperamos que se concrete la próxima semana”.

Aunque ambos líderes celebrarán los ataques estadounidenses e israelíes contra Irán, Gaza ocupa un lugar destacado en su agenda. “Queremos recuperar a los rehenes”, dijo Trump.

Netanyahu, quien se reunirá con el mandatario estadounidense el lunes, se enfrenta a una decisión crucial en la encrucijada de dos conflictos muy diferentes: uno preciso y breve, el otro brutal y prolongado. El veterano líder israelí ya ha celebrado dos reuniones de alto nivel sobre Gaza esta semana y se espera que celebre otra el jueves, según un funcionario israelí.

Sin embargo, el gobierno aún no ha decidido cómo proceder en Gaza, según una fuente familiarizada con las conversaciones. Esa decisión se reduce a buscar un acuerdo de alto el fuego o intensificar el bombardeo militar del enclave que ya ha matado a más de 56.000 palestinos, mientras Israel intenta aumentar la presión sobre un disminuido Hamas.

A principios de esta semana, las fuerzas israelíes recomendaron buscar una vía diplomática en el enclave tras más de 20 meses de combates y la eliminación de gran parte de los altos mandos de Hamas.

El martes, un oficial militar dijo a CNN que Israel no ha logrado plenamente todos sus objetivos bélicos, pero a medida que las fuerzas de Hamas se han reducido y se han ocultado, se ha vuelto más difícil atacar eficazmente a lo que queda del grupo militante.

“Ahora es más difícil lograr objetivos tácticos”, dijo el oficial. El ejército podría seguir buscando la destrucción de la capacidad militar y de gobierno de Hamas, añadieron, pero un acuerdo político también podría ser eficaz.

Los miembros de ultraderecha del gobierno de Netanyahu exigen una intensificación de la campaña de Israel.

“Sin acuerdos. Sin socios. Sin mediadores. Solo un resultado claro: la destrucción de Hamas y el regreso de los rehenes desde una posición de fuerza”, dijo el lunes el ministro de Finanzas, Bezalel Smotrich, líder del partido Sionismo Religioso.

Pero tras casi dos años de su guerra, otros han dejado claro que la liberación de los 50 rehenes restantes en Gaza es la prioridad.

“En mi opinión, se debe hacer todo lo posible para liberar a los rehenes. Y llevamos más de 600 días de retraso. Se debe hacer todo lo posible para traer de vuelta a todos, tanto a los vivos como a los caídos. No por debilidad, sino por fuerza”, dijo el ministro de Bienestar Social, Ya’akov Margi, en la radio religiosa israelí Kol B’ramah. Al ser preguntado sobre si esto incluye el fin de la guerra, Margi respondió: “Creo que deberíamos entablar negociaciones, y todo debería estar sobre la mesa”.

Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) controlan alrededor del 60 % del territorio asediado de Gaza, obligando a más de dos millones de palestinos —muchos de los cuales han sido desplazados varias veces por Israel— a refugiarse en zonas cada vez más reducidas cerca de la costa. Sin embargo, las negociaciones llevan semanas estancadas, incapaces de superar una brecha clave. Hamas exige el fin permanente del conflicto como parte de cualquier acuerdo de alto el fuego, mientras que Israel se ha negado a comprometerse a poner fin a su guerra.

“Las FDI han llegado al límite de lo que se puede lograr con el poder”, dijo Israel Ziv, general de división retirado que dirigió el departamento de operaciones del ejército. “Netanyahu se encuentra en una encrucijada y debe tomar una decisión”, añadió.

Una vía es aprovechar los logros contra Irán, Hezbollah y Hamas e impulsar un acuerdo regional que podría incluir la mejora de las relaciones con Siria y el Líbano, afirmó Ziv. Esta opción pondría fin a la guerra en Gaza y aseguraría la liberación de los rehenes, pero corre el riesgo de causar el colapso del gobierno de Netanyahu si los partidos de ultraderecha abandonan la coalición.

“La segunda vía es continuar la guerra, e incluso si no se declara oficialmente, significaría la conquista de Gaza”, dijo Ziv.

Durante el fin de semana, Netanyahu afirmó que “se han abierto muchas oportunidades” tras los ataques de Israel contra Irán, incluyendo la posibilidad de repatriar a todos los que aún se encuentran cautivos de Hamas. “Primero, rescatar a los rehenes”, dijo. “Por supuesto, también tendremos que resolver el problema de Gaza y derrotar a Hamas, pero creo que lograremos ambas misiones”.

Estos comentarios marcaron un cambio potencialmente significativo en la forma en que Netanyahu ha planteado los objetivos de Israel en Gaza. Durante la mayor parte de su guerra, ha priorizado la derrota de Hamas. En mayo, afirmó que ese era el “objetivo supremo”, no el regreso de los rehenes.

Pero tras la campaña bélica contra Irán, Netanyahu ha mostrado una nueva flexibilidad en las negociaciones, una flexibilidad que podría ponerse a prueba rápidamente en la Casa Blanca cuando se reúna con el presidente estadounidense que presiona para alcanzar un acuerdo.

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