Los halcones del Congreso se enfrentan a un nuevo dilema por el plazo de 50 días impuesto por Trump a PutinEricks Webs DesignEricks Webs Design

La reacción inicial de los halcones de Rusia a la postura más dura del presidente Donald Trump hacia Vladimir Putin fue positiva.

Eso incluyó una declaración conjunta el lunes del senador republicano Lindsey Graham y el senador demócrata Richard Blumenthal calificando la amenaza de Trump de incrementar las sanciones económicas si Rusia no llega a un acuerdo de paz en los próximos 50 días como “un verdadero martillo ejecutivo para llevar a las partes a la mesa de negociaciones”.

Pero un día después, comenzó a crecer un verdadero sentimiento de escepticismo ante las amenazas de Trump.

Los rusos prácticamente lo han ignorado e incluso lo han considerado como una luz verde para tomar las medidas que puedan en las próximas semanas. Ucranianos y líderes extranjeros han expresado su temor por lo que suceda en los próximos 50 días. Incluso algunos aliados de Trump en el Congreso y otros lugares se preguntan: ¿A qué se debe la demora? ¿Por qué no aprobar la legislación de sanciones que más de 80 senadores ya apoyan hoy?

El martes por la tarde, Trump rechazó las críticas a ese calendario.

“Oh, no creo que 50 días sea mucho tiempo, y podría ser antes”, dijo. “No creo que 50 días sea mucho tiempo”.

El presidente a menudo ha postergado decisiones y anuncios importantes imponiéndose una fecha límite futura que podría o no cumplir (a menudo, “dos semanas”). Recientemente atacó a Irán justo después del plazo de 60 días que le había dado para alcanzar un acuerdo nuclear que nunca se materializó. Pero parece existir un creciente temor de que esto sea simplemente una prolongación del asunto o un intermedio inútil.

Quizás lo más sorprendente del martes fueron los comentarios de un par de senadores republicanos.

El senador Rick Scott, de Florida, elogió a Trump por su deseo de invitar a Putin a la mesa de negociaciones. Pero dijo que el líder ruso “no va a cambiar”.

“No sé por qué le dio tantos días. Desde mi punto de vista, creo que Trump está siendo muy generoso”, dijo Scott a Manu Raju de CNN. “Me encantaría que hubiera sanciones ahora. Me encantaría que hubiera aranceles ahora”.

El senador Thom Tillis, de Carolina del Norte, dijo que el plazo de 50 días le “preocupa”.

Tillis dijo que Putin podría aprovechar el tiempo para intensificar sus esfuerzos para ganar la guerra rápidamente o intentar ganar poder “después de haber atacado y potencialmente ganado más terreno como base para la negociación”.

Como señaló Matthew Chance de CNN, los funcionarios en Moscú estaban respirando aliviados por un anuncio que podría haber sido mucho peor para ellos, y ahora pueden verlo como una licencia para hacer lo que puedan en los próximos 50 días.

Aunque Rusia ha calificado de “muy graves” las amenazas de Trump y las armas que dice estar enviando a Ucrania, funcionarios rusos como el ministro de Asuntos Exteriores, Serguéi Lavrov, y el expresidente de Rusia Dmitri Medvedev (un aliado clave de Putin), también restaron importancia públicamente al plazo de 50 días.

“Trump lanzó un ultimátum teatral al Kremlin”, publicó Medvedev en X. “El mundo se estremeció, esperando las consecuencias. La beligerante Europa estaba decepcionada. A Rusia no le importó”.

Los mercados rusos también parecen haber cedido. El New York Times informó el martes que el índice bursátil de Moscú subió 2,5 puntos, posiblemente porque las sanciones secundarias parecen más lejanas ahora, si es que llegan a implementarse.

En Europa también fueron prominentes los temores de que Trump esté dando a Rusia demasiada libertad.

Los funcionarios, incluida la jefa de Asuntos Exteriores de la Unión Europea, Kaja Kallas, elogiaron la postura más dura, pero consideraron que el plazo sería muy largo.

El ex primer ministro de Reino Unido Boris Johnson, quien a menudo se ha aliado con Trump, lo elogió por “aumentar la presión sobre Putin”.

“¿Pero por qué esperar? Putin está masacrando a gente inocente todos los días. Terminemos con esto”, publicó Johnson en X, y añadió: “Sancionemos ya a quienes facilitan el trabajo de Putin”.

El dilema para los halcones de Rusia es evidente. Por un lado, Trump está diciendo cosas más duras sobre Putin que nunca, y quieren reconocerle el mérito, por muy tardío que les parezca ese cambio.

Pero dada la imprevisibilidad de Trump y el hecho de que ya ha tratado a Putin con guantes de seda en muchas ocasiones, también podrían considerar esto una cortina de humo y una falta de firmeza. Así que, ahora que Trump parece haber perdido el interés por su homólogo ruso, quizá quieran presionarlo sutilmente para que tome medidas más urgentes.

Lo que parece claro es que las preocupaciones sobre el plazo de 50 días han quedado patentes.

Trump se mostró irritable el martes cuando se le presionó sobre el asunto.

“Deberías haberle hecho esa misma pregunta a Biden”, dijo Trump, repitiendo una de sus frases frecuentes: que es su predecesor el verdadero responsable de la invasión no provocada de Putin a su vecino. “¿Por qué nos metió en esta guerra? Deberías preguntarle eso”.

Graham también pareció responder a los críticos del plazo de 50 días, diciendo que Trump demostró recientemente cuán serios pueden ser esos plazos, en el caso de Irán.

“Si Putin y otros se preguntan qué pasará el día 51, les sugiero que llamen al ayatola”, publicó Graham en X. “Si yo fuera un país que comprara petróleo ruso barato y apoyara la maquinaria bélica de Putin, le tomaría la palabra al presidente Trump”.

La comparación no es perfecta. Trump no amenazó con bombardear Moscú. Y la opción de endurecer la postura contra Rusia es mucho más fácil de tomar para Trump; básicamente, implica decirle al Congreso que apruebe una ley que parece estar dispuesto a aprobar cuando se le solicite.

Veremos si Trump se siente obligado a ser más duro, más rápido.

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